Es mi blog, ¿no?

Escupitajos de cansancio quizás escriba, pero lo haré, y más de algún sentimentalismo propio también pero es mi pequeño espacio en donde podre mandar a la mierda las veces que quiera y a quien quiera.
Millones de minutos han pasado en estas últimas semanas. Cuando comencé a pensar que ese pequeño remolino interior estaba dando un vuelco con intensidad mayor a cada segundo, me tope con un grado de optimismo. ¡Vaya! es bueno sentirse optimista por milésimas de segundos aunque no sé si es lo que mas me acomode, porque estaría fingiendo si lo hubiese seguido siendo. Mas mi silencio común para la mayoría de los seres no me a problema (de alguna u otra forma siempre había querido explicar eso). Si me incomoda las preguntas constantes en pocos minutos y la sensibilidad extrema de ellos, ante mi irritabilidad. Aunque el pelao (mi papá) dice que no ha nacido ser en el mundo que comprenda completamente mi genio. Eso es a lo que me refiero. Quizás solo yo comprendo pero en fin, también hasta ahora no existe un cómplice de vida que desee comprender conmigo mis vivencias y el cual yo también esté de acuerdo en compartirlas del todo, claro. Me desvié parece, pero será si hago lo que quiero en estas líneas, nadie podrá reprocharme eso.
Sí. Desmotivada. Me molesta un tantito su rostro cuando dije eso, quizás también fue el hecho de que no me conoce mucho o yo tenga una personalidad tal que no la dejo entrar. Quizás solo un vistazo como la brisa. Oh, valla.... la brisa. Soledad del anochecer y estrellas fugaces mutiladas e intentando reconstruirlas en la imaginación. No me gusta sola, pero... ¿alguna vez compartí, claramente?. No. Entonces... es anhelo, aunque no me guste mucho, lo es...creo.
Cristalino de sus miradas me extraña?. Mi respuesta esta guardada en versos y susurros porque el ¿miedo? (aun no sé que es en realidad) de aquello no me dice nada o quizás me dice mucho pero esta extraña mutante perdió tanta sensibilidad que ya no sé como reconocer. He perdido un tanto mucho, ja! pero mi molesta el sentimiento de recuperar obstinadamente en esa dirección sin hallar respuesta. Insisto, en muchas ocasiones he tenido respuestas pero es que soy tan ciega a veces.
Cierro los ojos. Juraron que haría olvidarme de que estoy aquí, pero aún siento mis pequeños vasos sanguíneos en extraños movimientos y solo me concentro en su sensación. No quiero focalizar mi mente en otros pensamientos. Miento pero también digo la verdad, lo juro. No quiero focalizarme en otros pensamientos pero el maquiavélico cerebro lo hace, en ese ámbito a veces puedo controlarlo. Estas semanas... estos días ha jugado conmigo. Esto conlleva como la brisa de otoño, si, aquellas que pasa sin avisar y la sensación de pequeñas partículas de agua en tu rostro, en tus dedos. De tristeza. De soledad. Como un vomito de ácido sentada en su cama, con insomnio y sin señales de vida por dar y también sin recibir.